El amplio Ayuntamiento de Estepar se compone de once localidades a ambas orillas del río Arlanzón, ya en el último tercio de su curso. Es una agrupación exigida por la administración, dentro de una comarca conocida en la Historia burgalesa de Campo de Muñó, abreviando, Candemuñó. Estas tierras fueron en la primera hora de la Reconquista y Repoblación de tal importancia para Castilla que alcanzaron el rango de Merindad con más de 70 pueblos. En esta época actúan algunos obispos de vanguardia que firman como de Muñó. Son tierras lisas y abiertas en las que todavía erizan sus almenas torres señoriales.
Durante muchas décadas, hasta que Castilla pudo poner en explotación las Riberas del Arlanza y del Duero, Candemuñó fue la despensa del Condado. Durante siglos perduró su buena fama triguera y vinícola.
La Historia es muy densa y las personalidades que ella nos presenta son muy abundantes. Las once villas en él agrupadas resuenan en la páginas una a una con múltiples referencias. Valgan algunas, como las bodas de doña Urraca, la tormentosa reina de Castilla y León, con Alfonso I de Aragón, no menos alborotador. A la boda siguió una bronca fenomenal entre los esposos que marcó el reinado de la hija de Alfonso VI. La presencia de don José Zorrilla, el popular poeta del Tenorio, recriado por estos pagos. Los linajes burgaleses, sobre todo de mercaderes que aquí invirtieron sus dineros en bienes agrarios. Recordemos la admirable, en su tiempo, de la torre-palacio de los condes de Orgaz, dentro de la cual un terrible drama de amor entre don Gonzalo Muñoz de Castañeda y su infiel esposo y el amante de ésta.